Economía Publicado el 27/08/2009
Extraido del Artículo Publicado el 25-08-2009 , por Expansión
La reelección de Bernanke para continuar al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos ha sentado bien en los mercados, que ayer tuvieron una reacción muy favorable con subidas generalizadas.
Aunque su mandato actual no expiraba hasta el 31 de enero de 2010 y, de hecho, el anuncio de Obama no se esperaba hasta final de año, el presidente norteamericano ha optado por eliminar incertidumbres sobre un eventual nuevo responsable de la Fed al adelantar lo que constituye un mensaje de confianza para la economía.
Pese a que para muchos Bernanke no actuó con suficientes reflejos cuando empezaron a destellar los primeros síntomas de la crisis subprime, lo cierto es que el liderazgo exhibido y sus esfuerzos posteriores para revitalizar los mercados financieros y la actividad económica norteamericana, sobre todo a raíz de la quiebra de Lehman Brothers –la desaparición del banco ha sido una fuente de críticas a Bernanke–, le han hecho acreedor a la renovación.
Más aún cuando ya empiezan a recogerse los frutos en los mercados financieros, que disfrutan de una cierta estabilidad, y en la actividad económica, que parece haber empezado a transitar el camino de una recuperación, aún incipiente y que, por tanto, todavía debe consolidarse.
Como ayer recordó Obama, “Estados Unidos aún está lejos de una recuperación plena”. Pero las agresivas y heterodoxas medidas monetarias emprendidas por Bernanke también han suscitado muchos recelos en una gran parte de los economistas y de no pocos parlamentarios republicanos y demócratas, que han criticado que la Fed haya triplicado su balance. Probablemente no había otra manera de evitar el colapso de los mercados.
De hecho, el propio Obama justificó ayer su decisión en “la creatividad, temperamento y valentía” con que Bernanke, un gran estudioso de la Gran Depresión de los años treinta del pasado siglo, ha evitado que se repita: “Ben afrontó un sistema financiero al borde del colapso con calma y sabiduría, con una acción audaz y un pensamiento innovador que han ayudado a frenar la caída libre de nuestra economía”.
Probablemente, lo que acabará quitando el sueño a Bernanke será diseñar una estrategia para desmantelar toda la artillería de estímulos desplegados por la Fed, que ha llevado los tipos de interés a prácticamente a cero y ha inyectado más de un billón de dólares de liquidez, para evitar secundarios efectos contraproducentes, en particular un rebrote inflacionista.
Recuperar la fortaleza del dólar, cuya debilidad también le ha reportado muchas críticas, será otro de los retos de Bernanke en su segundo mandato. Pese a los recelos que la figura de Bernanke despierta en aún en muchos parlamentarios, la mayoría demócrata debe garantizar la necesaria confirmación por parte del Senado.