Economía Publicado el 07/09/2009
La bici ahorra dinero y energia
Disminuye atascos y contaminación
Mejora nuestro estado fisico
y es fácil de aparcar.
Publicado por CMD - Jordi Maré
LA BICI ES EL PRODUCTO QUE HISTORICAMENTE MEJOR SE ADAPTA A LAS CRISIS Y NO CAE TANTO COMO OTROS SECTORES TALES COMO LA MOTO O LA AUTOMOCIÓN. La frase me la dijo la semana pasada en la Eurobike de Friedrichshafen un prestigioso proveedor líder de opinión del mercado ciclista español. A tenor del intenso dinamismo visto en este certamen la sentencia quedaba sólidamente confirmada. Puedo asegurar que la actividad en stands y pasillos sólo era comparable a la de los mejores tiempos de la Bread & Butter de Barcelona.
En la última Eurobike de Friedrichshafen había colas para todo: para tomar el bus, para acceder al reciento ferial, para hablar con los expositores, para solicitar información, para comer... hasta para ir al servicio. Poco que ver, pues, con el anterior certamen celebrado en Friedrichshafen en julio pasado, es decir, la Outdoor en la cual, a pesar de estar protagonizada por un sector de los que mejor estaría sobrellevando la actual coyuntura, al lado de esta última Eurobike, parecía un salón alicaído.
La presencia de expositores españoles no ha sido muy numerosa (una docena de firmas) pero, en cierto modo, puede asegurarse que estaban todos (o casi) los que pisan fuerte como productores españoles en este sector.
Españoles premiados y surtidos récord
La relevancia de los productores españoles, además, ha quedado avalada con los dos premios Eurobike conquistados por Monty y Orbea respectivamente, así como por la amplísma oferta de BH (a través de su división E-Motion) en ciclos eléctricos que con once modelos de este tipo se erigiría en una de las enseñas ciclistas europeas multiproducto con mayor oferta de esta modalidad en los momentos actuales.
La Eurobike de este año ha constatado la sentencia que citaba al principio de estas líneas batiendo récords en todos los sentidos: un 10% más de expositores, un 15% más de superficie ocupada y un 6% más de visitantes. Todos esos índices son en relación a la edición del año pasado.
La multiprocedencia de expositores (68 países) y de visitantes (39.152 profesionales y 21.000 consumidores finales) dejó entrever lo que en la prensa económica se estuvo divulgando durante la pasada semana, es decir, que aunque tímidamente, algunos mercados empiezan lentamente a levantar algo la cabeza, mientras España sigue sumida en una completa incertidumbre sobre su ansiada salida del túnel. Los balances de los primeros semestres de algunas de las firmas ciclistas españolas, de todos modos, no serían tan adversos. Las mejor posicionadas hablan de crecimientos, especialmente a partir de mayo y junio, y esos auges proceden especialmente de sus resultados con la exportación. Ello probaría su buen quehacer en los tiempos de las pasadas bonanzas lo cual les ha permitido llegar a esta travesía en el desierto con opciones de juego incluso jugando fuera de casa.
Pocos ‘cohetes’
Nadie, sin embargo, tira cohetes. La prudencia se masca incluso dando esos resultados favorables, “porque hasta queda feo que, con la que está cayendo, diga que estamos creciendo”, se justificaba un importante proveedor español.
Sin duda, como en todos los subsectores del deporte, también en el ciclismo, los fuertes se están haciendo más fuertes y a lo menos fuertes les están saliendo los ‘morados’ de una gestión no del todo acertada cuando los tiempos de las vacas gordas y que les llevó a sobredimensionamientos que ahora les estarían pasando facturas, y no de bajo calibre.
En definitiva, siempre alegra el ánimo asistir a una feria en la que sigue imperando el optimismo y en la que se eclipsa a los lógicos miedos con actitudes proactivas y mucho, mucho trabajo, tesón, dedicación, ilusión e innovación.