Economía Publicado el 05/01/2017
Hacer el inventario consume tiempo y energías, pero existen ‘trucos’ que ayudan para que sea más rápido, eficiente y sobre todo útil.
Porque conocer con exactitud tu stock es una de las formas más sencillas de conocer la marcha financiera de tu negocio.
1-. Planificar la tarea antes de hacer inventario.
Llevar una rigurosa organización y control de todo lo que entra y sale de nuestro negocio al cabo del mes, de la semana o del periodo que escojas para hacer el inventario.
Existen programas para gestionar bases de datos, codificar productos y otorgarles un orden en el almacén. Si en e periodo previo al inventario hemos mantenido el control de todos los productos, a la hora de realizar el inventario resultará mucho más rápido elaborar una lista de todo lo que tenemos y cotejarla con lo vendido.
2-. Utilizar una clasificación.
Clasificar los productos es una de las claves.
Existen multitud de formas de clasificar el stock atendiendo a diferentes criterios, pero uno de los más eficaces es la clasificación ABC.
Resumidamente, la clasificación ABC consiste en dividir los productos en base a su valor: a los de más valor se les otorga la letra A, a los de valor medio se les otorga la B y a los más económicos la C. De esta forma se prioriza contabilizar los diferentes productos que hay en stock. Un pequeño desfase en los productos B ó C no debería suponer un gran problema, mientras que cualquier discordancia en los A debería ser investigada.
3-. Identificar los elementos circulantes y fijos.
Es necesario clasificar los elementos del inventario en activos fijos y circulantes. Los activos fijos son los que permanecen "siempre" en la empresa, como maquinaria, material de oficina, etcétera y el activo circulante son aquellos productos destinados a la venta.
4-. Distribuye las tareas.
En función del tamaño de la empresa y del inventario, será tarea para una o más personas, por eso debería planificarse con antelación, distribuyendo las tareas por familias de productos, por zonas del almacén, por valor del material, lo que evitará que se realice trabajo doble o se queden productos o áreas sin inventariar.
5-. Cuantos inventarios planificamos cada año.
Es habitual que se haga un inventario a final de año, pero no es lo más adecuado.
A más frecuencia más fácil será llevar el control. Desde luego, este periodo debería ir en consonancia con ciertas variables: el volumen de ventas, el volumen del propio inventario, ó las entradas y salidas de material, lo que determinará la frecuencia de cada área de inventario.
Por ejemplo en inventario del dinero en efectivo (arqueo de caja) se haría a diario, el inventario del inmovilizado con una vez al año suele ser suficiente y el inventario de mercancías podría ser mensual, trimestral o anual en función de las variables comentadas.
Esperamos que les haya sido de utilidad.
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